La ciencia como cura espiritual

OPINIÓN

Imagen: esmateria.com   


Asisto una vez al mes a una comunidad cristiana ubicada detrás del cementerio central. He conservado el hábito por aproximadamente dos años y creo haber consagrado ese lugar al silencio de mi corazón. Decidí quedarme allí -ya habrá tiempo para contar como llegué- porque su guía espiritual ofrece un sermón convincente, lleno de referencias científicas, filosóficas y literarias que lograron persuadirme. Él mismo se auto reconoce como un demócrata cristiano, lo cual me gusta. 


Considero complementaria la relación entre Dios y la ciencia. A pesar de que en muchos sectores del pensamiento moderno cause irritabilidad y polarización. Son tan importantes los hechos de la ciencia como los de Dios en el curso de nuestra historia que sin ellos la conservación de la vida no tendría sustento material ni sobrenatural. La ciencia como construcción humana evita la banalidad e idolatría que aveces inmerecidamente recae sobre líderes, postulados, chamanes, políticos, entidades financieras, leguleyos y mediocres. Además aterriza la realidad a sus justas medidas. "Ciencia es el conocimiento racional, sistemático, exacto, verificable y por ende falible", dice Mario Bunge al respecto. 

Por otro lado, Dios ha sido, para mí, la respuesta a las verdades absolutas, a las mentiras históricas y en general a toda suerte de teoría que justifica la generación espontánea . O algo cercano a lo que dijo Borges en su cuento el Aleph: "el lugar donde están, sin confundirse, todos los lugares del orbe, vistos desde todos los ángulos". En conclusión: la medida que no podemos dar a lo insondable por nuestras capacidades cognoscitivas. Dios es eso que nos queda antes y después de que la razón pierde toda capacidad para darnos seguridad sobre el control de la vida misma. La ciencia es consciente de todo esto. Por esas y otras razones, no las separo; conviven en mi realidad y en mi alma como si se trataran de un bálsamo sagrado. 

No importa que seas católico o protestante, pentecostal o cristiano. Cultivar la ciencia y el conocimiento es cultivar a Dios mismo. Aléjate del fanatismo que quiere acortar la vida y los tiempos, recuerda que Dios tiene un plan perfecto, lee la biblia , estudia a los maestros de la ciencia y la literatura. Dios y todos esos maestros te alejarán de la manada de orcos, apartarán de tu vida las ideologías de la destrucción, te darán técnica y sabiduría para descifrar las ideas maléficas y los códigos engañosos pero, sobretodo, te encontrarás contigo mismo y eso si que es una garantía.

Por: Carlos Oñate López.

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